Dentro de la estructura de la Iglesia la Semana Santa es motivo de reflexión, meditación, amor por el prójimo, pero, sobre todo comunicación con Dios, sin embargo, en la estructura de la sociedad la Semana Mayor como se le conoce en términos religiosos, para muchos es sinónimo de descanzo, peseos y placer.
Es común escuchar que los hoteles están completamente llenos durante la Semana Santa, o bien, encontrar operativos de tránsito en las principales vías del país, especialmente, en aquellas que son rutas de las playas, porque las familias van de paseo.
En el peor de los casos, es muy común, cosa de todos los años, escuchar los reportes de radio, televisión y periódocos, realizar comparaciones de un año con otro, para determinar el número de muertos durante la semana mayor.
Es ahí donde cabe la pregunta ¿y la reflexión, la meditación, la comunicación con Dios? o caso hay quienes quieren estar tan cerca de Dios, que para ello toman licor y se ponen a conducir bajo los efectos del mismo.
La Semana Santa es solamente una, de cincuenta y dos que el Señor nos regala al año, porque somos tan mesquinos, con quién tanto nos da. Que díficil es escuchar decir en tal Iglesia se agotaron los campos como se agotan en esos hoteles.
Sin duda, creó que a la pregunta realizada anteriormente, las vacaciones, el descanso, la fiesta y el placer, le ganan y por mucho al verdadero sentido de la Semana Santa.
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