Por. Pablo Quirós A.
El presidente Hugo Chavez la emprendió contra el Presidente de Colombia, Alvaro Uribe, por considerar que este es un aliado del gobierno de los Estados Unidos.
Hugo Chávez se refirió en un comunicado de prensa sobre Alvaro Uribe, como un enemigo de la paz y dedicado a "mendigar la indulgencia interesada del Gobierno imperial de los Estados Unidos de América". Además, señalo que Uribe no está comprometido con el intercambio humanitario, "sino ciegamente empecinado en demostrar argumentos de guerra".
El jueves 17 de enero fue el peor día en la vida del embajador de Colombia en Venezuela, Fernando Marín, cuando se enteró por los medios de comunicación que el presidente Chávez había decidido, por medio de la Cancillería, abrir fuegos contra el presidente Álvaro Uribe.
Los hechos de las últimas semanas han desbordado la capacidad de reacción del Embajador quien, desde el 22 de noviembre pasado cuando estalló la crisis porque Uribe decidió poner punto final a la mediación de Chávez y a la facilitación de Piedad Córdoba para el intercambio humanitario, no ha podido respirar tranquilo un solo día.
Ante una situación que consideró de suma gravedad, Marín creyó conveniente salir a los medios para responder a los agravios pero recibió instrucciones de guardar silencio: "Usted no dice una sola palabra sobre el tema", le ordenó el canciller Fernando Araújo desde Bogotá.
El presidente Hugo Chavez la emprendió contra el Presidente de Colombia, Alvaro Uribe, por considerar que este es un aliado del gobierno de los Estados Unidos.
Hugo Chávez se refirió en un comunicado de prensa sobre Alvaro Uribe, como un enemigo de la paz y dedicado a "mendigar la indulgencia interesada del Gobierno imperial de los Estados Unidos de América". Además, señalo que Uribe no está comprometido con el intercambio humanitario, "sino ciegamente empecinado en demostrar argumentos de guerra".
El jueves 17 de enero fue el peor día en la vida del embajador de Colombia en Venezuela, Fernando Marín, cuando se enteró por los medios de comunicación que el presidente Chávez había decidido, por medio de la Cancillería, abrir fuegos contra el presidente Álvaro Uribe.
Los hechos de las últimas semanas han desbordado la capacidad de reacción del Embajador quien, desde el 22 de noviembre pasado cuando estalló la crisis porque Uribe decidió poner punto final a la mediación de Chávez y a la facilitación de Piedad Córdoba para el intercambio humanitario, no ha podido respirar tranquilo un solo día.
Ante una situación que consideró de suma gravedad, Marín creyó conveniente salir a los medios para responder a los agravios pero recibió instrucciones de guardar silencio: "Usted no dice una sola palabra sobre el tema", le ordenó el canciller Fernando Araújo desde Bogotá.
